viernes

buda madre 2007.




LLegamos a Cádiz tras nueve trabajosas horas de viaje; nuestra recompensa: la playa y un buen baño en el Atlántico. Después de ubicarnos quedamos con Michel, nuestro contacto con el Buda Madre. El Buda Madre es una tremenda fiesta que organizan unos colegas venidos de Alemania y enamorados del clima y la fiesta de Cádiz: un camión-escenario lleno de instrumentos, barra, y toda la energía del que se acerca a esta fiesta en medio del campo a tocar, bailar y disfrutar de la música. Una gran jam-session que se prolonga hasta el amanecer y en la que hemos participado ya dos veranos. Esta vez fueron dos miércoles en los que rompimos la noche con la fuerza del candombe y la samba-reggae, entre gritos y bailes de toda la gente que allí se encontraba. Tocamos rodeados de toda esta fiesta y luego en el escenario, jugando y compartiendo con todos los que se subían a acompañarnos con la batería, djembes, semillas... Dos grandes fiestas que nos conectaron de nuevo a esta tierra de incomparable ambiente en verano, y también a nuestro hermano Octavio, 'El Guanche', venido desde Canarias a aportar toda su fuerza y brillante energía a nuestro proyecto musical.

cadiz . el palmar 2007




Por cuarto año consecutivo nos acercamos a las playas de El Palmar, Cádiz, a vivir y participar del ambiente rebosante de alegría que se vive aquí en verano. Y, sin sorpresa, ya que desde los organismos gubernamentales vienen apretando desde hace unos años, nos encontramos con prohibiciones para tocar en los chiringuitos de playa, el espacio donde mejor nos desenvolvemos en esta zona. Aún no están concedidas las licencias de apertura, ya entrados en la primera semana de julio, y no van a conceder permisos para ofrecer música ¡en chiringuitos de playa! Esto parece el mundo al revés, pero ya sabemos cómo es la cultura del capital. Ni cortos ni perezosos, nos armamos con nuestros tambores y descargamos todas nuestras ganas de fiesta con toda la gente que viene, igual que nosotros, a disfrutar del verano del Palmar. El resultado no se hace esperar: corros de decenas de personas bailando y jaleando, fiesta, alegría y bailes. No pueden parar los tambores, se pongan como se pongan. Buenos encuentros con amantes de la percusión brasileña, estos días con Fran, un capoeirista que amenizó nuestras puestas de sol con piruetas y cabriolas. Todo un despliegue de energía y buen ritmo, la arena en nuestros pies y la alegría en todos nosotros. Vamos para Ibiza pero volveremos a mediados de agosto para completar este viaje. ¡Fiesta y tambores!